José Ángel Pineda

Un Jardín

 

Un Jardín y un caminar,

una noche de estrellas

sembradas en el patio trasero.

 

Un cerro, una montaña espigada

y un río…

un radiante día y hablar por las noches

de las cosas bonitas.

 

Una irradiación solar suavecita,

y una lluvia de sentires en la noche.

 

Yo no quiero la soledad, la ausencia

de unos huesos, de una carne,

de una mente, de una lengua,

de una boca y de una garganta.

 

y que podamos decirnos disparates

con música de los vientos, de los árboles,

de los animales, de alguna voz humana

que aún canta, esa melodía del amar

a la manera posible, a su manera, a la mía,

a mi manera.