Los niños son un tesoro
un futuro en el presente
en un mundo decadente
que provoca tanto lloro.
Y con versos hoy imploro
que su risa no perezca
que sonriéndose amanezca
como luz de hermosa aurora
con su linda voz cantora
que su dulce canto ofrezca.
¡Los niños son el presente!
Construyamos su futuro
para no sufrir apuro
de un futuro delincuente.
Muchos viven bajo un puente
y los vemos cual «desechos»
se les trata con despechos
y singular cobardía
la que aumenta cada día
violentando sus derechos.
¡Son los niños el futuro!
Lo escuché en aquella arenga
nada más porque convenga
al político cururo.
– Si le creen, lo aseguro,
seguirá su trayectoria
muy saciado en vanagloria –.
Pero el niño marginado,
estará siempre angustiado:
¿Quién le cambiará su historia?
Y por eso me cuestiono:
¿Qué deparará el futuro,
en este mundo inseguro?
Eso mismo les razono
y también hoy me encojono
porque sigue como el río
la corriente con su hastío
revolcando a los de abajo
con martillo y con badajo
y a los niños con hambrío.