Perecerán los años, los días, las horas
Y de tu recuerdo no habrá rastro en mi memoria
Perecerá el amor, el anhelo y la añoranza
Del fantasma que recorre los pasillos de mi alma
Perecerán las ansias, la nostalgia y el temor
De permanecer atado a un amor esclavo
Que no conoce el valor de ser soldado
Y aferrarse a lo deseado
Perecerá el cariño, la costumbre y la rutina
Que alguna vez brindó a mi vida
El tener tu compañía
Y por si fuera poco, perecerán los sueños de
Haber sido tú mi mayor anhelo y yo tú único dueño.