Entre tu rebeldía y la mía
podríamos desatar una guerra
aunque debo de confesar que terminarías perdiendo
yo, tan insumisa
vos, tan domador
somos la cara de una moneda
tan desiguales pero tan perfectos de completar
Entre confecciones durante la madruga
en medio de aquellos juegos
no hay sonrisas que no se hayan desatado
suspiros que acompañan e empañan los teléfonos
caricias que se disfrutan más si fueran
por manos que se disponen para poseer
Versos piadosos frecuentados por demonios
de aquellos que incitan a la guerra
pero siempre algo sucede que los limita
¿Cuánto desconcierto me tendrá que generar esto?
tan lejano a lo putativo te siento
tan en lo tuyo
tan en lo nuestro
¿Deberíamos considerarlo importante?
¿o tal vez resulte muy insignificante?
Me encantaría actuar de tantas formas
desearía que me diera la nafta suficiente
para así poder avisarte
pero…
yo tan insumisa
y vos tan domador
Perdóname si primero juego
y me demuestro tan débil ante tus encantos
debo admitir que me es un poco difícil el intentar resistir
pero aun así
yo juego como si estuviera en un tablero de ajedrez
donde en los movimientos de la reina son tan delimitados
tan suspicaz
porque sé, que si dejara llevarme
mi reinado concluiría
y yo
soy tan insumisa
y vos
sos tan domador.