Matias 01

Distancia

Hay distancias que no deben cruzarse –me dijiste

alguna vez- antes de llegar hasta la cruel dulzura

del amor.

 

Hay instantes en que la sangre se desnuda

y se humedece

y el aire vestido de pájaro llega a buscar refugio

en mi garganta

con los ecos dulces de calderas viejas.

 

Algunas veces –en la medianoche- te dejas caer

silenciosamente por este lugar de plagas

donde duerme el corazón como si no ocurriera nada;

Y siento que en el vacío baila la luz de una sonrisa

resbalando y estrellándose contra este corazón

para que la muerte enceguecida no lo encontrara así,

en el desamparo.

 

¡Ah soledad! Tal vez en la mano del olvido,

como una fría espada, el alma hieras;

Tal vez -solo tal vez- en las cenizas de las voces

calcinadas que el silencio traga, puedas sembrar

tus heladas raíces

y florecer para mi extenuado corazón.