Mañana al despertar,
abriré mis labios y diré:
Te agradezco Dios eterno,
por permitirme un día más estar.
¿Y por qué no habré de abrir mis labios
para al viento mi oración lanzar
Para que en alas del viento ascienda
y en columnas de nubes el éter alcanzar?
¿Y por qué no habré de abrir mis oídos
para de Dios la respuesta escuchar?
La que en alas de mariposas
Y en suave brisa me hace llegar
¿Y por qué no habré de abrir mis ojos
para de Dios las maravillas observar?
Las que en las estrellas y luceros,
Arcoíris y gotas de lluvias están
¿Y por qué no habré de abrir mi mente
Para de Dios el mensaje entender?
El que sin letras, oraciones ni palabras
Ni reglas de gramática, podré leer.
Por eso, con todos mis sentidos
Con toda mi emoción,
con alma y corazón.
Elevo esta oración:
Agradezco a Dios sus favores a llegar.
Y los recibo con la seguridad
que lo que confiado y con fe pido
cuando así disponga Dios habré de disfrutar