¿Qué tienes tú?…
¿Cuál es tu encanto?…
¿Cuéntame la razón de la eficacia de tu hechizo?
¿Cuál es tu dulce magia, mujer?...
¿Dime porqué me pones así?…
tan dependiente de ti…
y obediente a tu sombra indisoluble…e infiel.
¿Descríbeme el motivo de esta inconsciente devoción…
que me hace tan sumiso a tu fragancia,
como encadenado a tu presencia,
como preso de tus impulsos,
siempre pendiente hasta del más exiguo de tus latidos,
esperando un desliz de tu mirada…
que me devuelva a la ilusión,
que me enrede, otra vez… a tu adicción.
¿Qué haces tú para que me sienta así?…
derrotado a veces…
indefenso tantas veces,
vencido por tus caprichosos ojos…lapidarios,
herido por tu indiferencia,
lastimado por tu desaparición,
pero inspirado siempre…construyéndote versos…
fabricándote poemas salpicados de nostalgias,
respirándote a través de mi añoranza,
furtivo siempre tras mi armadura de aflicción,
deambulando en torno a tus recuerdos,
huérfano de tu cariño,
privado de tu atención,
sometido a tu indiferencia atroz,
escondido de tu indolencia perpetua y cruel,
con mi espíritu casi siempre hilvanando algún milagro,
esperanzado en algún instante de locura que nos restablezca la pasión,
que nos restituya del olvido.
¿Qué haces tú para que me sienta así? …incompleto…impreciso,
suspirándote inconscientemente…
soñándote involuntariamente…
navegando en un “tal vez” …
sostenido de un “quizá” …
creyéndole a un “probablemente”
¿Qué tienes tú?…
¿Cuál es tu encanto?…
¿Cuéntame la razón de la eficacia de tu hechizo?
¿Cuál es tu dulce magia, mujer?...
¿Dime porqué me pones así?…
así agonizante…melancólico al extremo…sin ganas de seguir.
Explícame, quiero saber de este desvarío sin control…
que me ha robado la paz,
¿Confiésame, porqué sigues hurgando en mi mente?…
¿Por qué no puedo quitarte de mis pensamientos?…
¿Porqué, a pesar de todo… (de tu traición),
¿Por qué aún vives palpitando en mi corazón?
¡Porqué! … ¿dime por qué?…