Demasiadas lágrimas ocupan ya tu vida.
A qué entretenerse con miramientos ante
tal enfrentamiento o ante tu padecimiento.
No. Es mejor que supures tu agonía silenciosa
en silencio, respetándolo, mientras puedas,
olvida que un día tuviste talento o suerte, quién
sabe. Olvidarse de tus días, esa debe ser
tu humilde pretensión. ©