Mas de seis décadas peregrinando,
movido por el polvo, apilando culpas,
por encima de la vida y la muerte,
saltando, cayendo, levantándome,
dudando de los pensamientos,
buscando nubes inmaculadas,
tropezando una, dos, tres veces,
aferrado al silencio, provocando algarabías,
más allá del azul o arrodillado sobre la tierra,
como un árbol sin raíces, añorando la montaña,
o un río sin cauce anhelando la corriente,
que me inunde de palabras,
cual estanque que refleja las lunas,
o me acalle en la noche,
como nieve derretida por el viento.
Más de seis décadas, saltando entre el frío,
o caminando bajo el sol,
que amarillenta las hojas,
en el camino que tránsito,
entreabriendo puertas, ahuyentando sombras,
encendiendo luces, apagando incendios,
sin importar el camino, caminando a casa,
ya no voy ni vengo, solo existo,
soy estrella y viento,
soy risa y canto.
Más de seis décadas y estoy de pie,
conmovido frente al arroyo,
inquieto bajo la luna,
atravesando la niebla,
buscando la orilla,
como el bote sobre el agua,
aferrado a mis sueños,
como la rama viva, mejor que la muerta,
o la fragancia inmutable que embelesa la primavera,
sin importar el camino que transito,
si voy o vengo,
estoy yendo a casa,
sin polvo, sin sombras,
sin oscuridad ni silencio,
estoy frente a ti
estoy en casa.