Musa que leía y mientras lee poetizo
Siempre le miro y fecunda en mí
Las sensaciones más extrañas que puedo recordar
Y si que me gusta poderle mirar
A tus ojos inquietos mientras lees
A tus manos que acarician ese libro que no es mío
A tus labios que se mueven al compás de la lectura
Y tu mirada que rehúye a mis ojos
Tus ojos me analizan cuando crees que no te veo.
Musa que leía
Siempre tú tan sometída a tus libros
Y yo tan devoto a mi filosofía
Si tu ciencia no es la poesía,
Yo se la trasformo en una ciencia poética
Quizá con un toque de sintética y de semiosis particular
Te vuelvo a mirar
Y no me miras
Bajas la mirada a ese maldito libro
Y a tus estudios estudiosos sobre la anatomía del amor
Y los malestares del corazón envenenado por poesía barata y amor ultrajado
Pero sin querer me miras
Subes tus benditos ojos del cuaderno
Ya muy gastado de tanta lectura
Y me sonrojo
Hago como que estoy escribiendo
Y haciendo que creas que no te miro
Tú tienes los ojos chinos de tanta lectura
Y yo las manos inquietas por el calor de tu mirada
Y cuando te volví a mirar
Estabas en tu libro ya vuelta encerrada
Musa que leías
Yo te miro
Yo me cruzo con tus ojos y tus ojos me desvían
Tú te cruzas en mis ojos
Y mis ojos te admiran
Y no tengo más versos para volver a la poesía
Yo con mis poemas
Y tú con tus libros de anatomía
Musa que leía
Yo que te contemplo tan devoto solo por el arte de mirarte
Tú que lees tanto y tan poco, porque he logrado distraerte
Y atraerme a ti como mi mirada a tus gestos
Musa que leía no me mires a los ojos
Que yo me sonrojo.