Si la distancia sintieras sufiente
y por cualquier motivo
quisieras regresar
a mi me agradaría
sentarme en una mesa
y con café por medio
podernos escuchar.
Los dos fuimos tozudos,
tremendamente injustos,
quizá por ese miedo
de aquella juventud,
nos sorpendió la vida:
a vos , embarazada
y a mi, cabeza fresca,
bohemio por demás.
Con diecinueve abriles
y vos, con quince años,
pensábamos que el mundo no iba a venerar
y nos equivocamos:
"casado casa quiere"
recuerdo esas palabras
en boca de mamá.
Pero hoy , estamos grandes
y firmes en la vida;
ninguno hizo pareja,
ninguno se casó;
y un hijo que nos une
espera todavía
tener esa alegría
de reconciliación.
¿Porque no lo pensamos?
debemos ser sensatos...
si aún, veo en tus ojos, un brillo arrolador
y a mi se me dan vuelta las cosas por pensarte.
Si estás por acercarte
trae todo tu amor.
¿Y yo?
y yo, me comprometo
sentar, al fin, cabeza,
beberme la belleza
que el tiempo me privó;
y mañana tras mañana
honrarte de por vida,
que te sientas querida,
hasta que quiera Dios.