Carlos Fernando

Mis huesos serán el corolario...

 

Mis huesos serán el corolario

de lo que fuera la existencia mía; 

y lo que recibí para vivirla;

préstamo todo, que ni el alma es mía.

Tan solo un soplo de vida.

 

Mis sueños causaron mis errores,

y mis ambiciones solventaron

 mis desvelos, mis vicios

provocaron mis dolores

y mi proceder me presentó factura,

y mis pasiones desmedidas: amargura.

Y todas juntas, me llevaron

de lo sublime a lo absurdo,

lo mismo a las alturas que a lo profundo.

Al acto heroico que al

proceder mezquino.

Lo mismo fueron alto que camino;

que fueron logro y frustración, o esmero.

 

Amor hubo en mi vida.

Amor de la mujer perdida,

amor a la que fuera ingrata,

amor por la que compartió mi cama.

Amor por la que me entregó su vida.

Amor a mis padres y a mis hijos.

Amor a la justicia y a mi Patria, y al dinero.

Y ninguno como el Amor a Dios,

paz y sosiego trajo a mi vida tras

el fragor del duelo y la batalla.

 

En mi juventud, escribí versos.

En la madurez, dejé que las palabras fluyan.

Y en la vejez espero,

escribir sabios consejos como se espera

de un estudiante del mundo y de la vida,

cuando es viejo.

 

Y mis huesos serán el corolario

de lo que fuera la existencia mía;

y lo que recibí para vivirla. Préstamo todo,

que ni el alma es mía.