Guardián De Ángeles

FUEGO VIOLENTO

Un día llegaste tan serena, extendiste tus alas y me refugié en tu cálido amparo, tus ojos iluminaron mi alma y tus labios reactivaron mis sienes, reposé mis inquietudes en tus senos; mas de pronto has volado y por tu estadía pasajera me he quedado desconsolado.
Fieras despiadadas por la pradera corren y llevan fuego violento en las patas que al contacto incendian hasta los ásperos nervios de la superficie plagada de acicate inflamable y las llamas queman hasta las entrañas del subsuelo.
¡Ay!, por qué mi piel se resiste a ser devorada por la hoguera que se acrecienta desmesuradamente alcanzando los bosques donde están los árboles que intentan llenar sus ramas de verde esperanza.
Las bestias liberadas son restauradoras propagando la ignición: consumada la materia muerta resurgirá el follaje; empero, resistiéndome a ser devastado lucho contra el fuego que calcina mis pastizales y sin dejarme calcinar fenezco en esta desgastante ofensiva.
Sólo hasta que la parte orgánica de mi consistencia sea carbonizada serán liberadas las moléculas vitales de mi ser.
Me reconstruyo con tus vestigios imborrables, porque tus pasos me mostraron la senda de la vida más allá de la existencia.