edwin toninho

hasta volverte a ver

a Marco Vinicio, mi amigo 

 

será entonces 

como si nunca partimos 

como si nunca existieron 

calles, ciudades, países y mares 

que nos distanciaran 

nos haremos las visitas usuales 

pondremos nuevamente juntas 

tus peculiaridades con la mías 

para que se acompañen 

para que se sienten a la mesa 

en un sábado o en un domingo 

a tomar café y entre pláticas devoren 

lo que quedó del almuerzo o 

del desayuno 

 

saldremos a dar un paseo 

a cubrir las calles por ambos lados 

paso a paso las llenaremos 

con anécdotas y con narrativas a viva voz 

de facetas de nuestra infancia o 

de esa juventud que arduamente 

construíamos o de la madurez 

que alcanzamos sin darnos cuenta 

 

intercambiaremos opiniones 

comentaremos libros y música 

hablaremos de personajes 

que hemos conocido 

compartiremos confidencias y 

quizá también, confesiones 

se nos hará tarde hablando 

de cosas que aún queremos hacer 

insistiremos en ese viaje 

que nunca hicimos juntos

el viaje de la aventura de la vida 

la cual siempre consideramos un regalo, 

con sus buenos días y esos otros 

que la hacen más significativa


te diré que te admiro 

señalando tus dones y habilidades 

tú harás lo mismo 

discutiremos hasta concluir 

que es mejor ser tal y como somos 

sin embargo, como siempre 

estaremos orgullosos el uno del otro 

 

siempre nos buscamos 

siempre nos encontramos 

incluso sin quererlo, por eso 

ya no decíamos adiós 

pero mi querido amigo 

ahora emprendes un nuevo viaje 

tu tren ha partido 

sin nuestra despedida 

me quedo con tantas cosas 

que pudimos haber platicado y 

también compartido 

 

el cariño de la amistad permanece 

el nuestro y el que nos obsequiamos 

al compartir familiares y amigos 

en la memoria hará eco tu voz y 

todo lo vivido en esta amistad tan rebosante 

que siempre nos brindamos 

como siempre, mi querido amigo 

¡hasta volverte a ver! 

(pues nosotros no decimos adiós)