Oh tristeza desastrosa
que avasallas las entrañas
con malévolas cizañas
y tu espiga dolorosa.
No te vuelvas contagiosa
con vilezas y patrañas
que el amor y sus hazañas
vencen tuna ponzoñosa.
Mejor busca otros caminos,
aunque nadie más te espera.
Busca pronto otros destinos
y no seas zalamera
que tus uñas de felinos
rasgan de una forma artera.