me sangraba las manos, de tener,
tu recuerdo bordado con espinas,
y si intento soltarlo te empecinas,
corazón de fantasma, a aparecer.
el oscuro misterio me hace ver,
taciturnas miradas paulatinas,
del reloj detenido en las esquinas,
del pasado que puja por volver.
los recuerdos me saben a derrota,
el olvido lo observa tan triunfal,
que parece tu imagen alborota,
si aparece de forma tan casual,
que mi mundo tranquilo me rebota,
en el miedo que vuelve fantasmal.