José Ángel Pineda

¡Si existiera el amor, amor mío!

Yo sé de canciones que no canto,

yo sé de ilusiones paradójicas, como también

de cosas mágicas, y me asombran los vientos

cuando silban las hojas y no corren las palabras

de aliento.

 

Lo rebelde de la montaña, su aire fresco

es un gemido misterioso de las notas,

con frecuencias tranquilas, suaves

ondas con variados colores en rima:

que es en vano una lucha,

que mis manos, las tuyas

lo íntimo en los dos,

las oraciones

serían un poco distintas

sí supieras escuchar el sonido

extraño de una gota de rocío

¡Si existiera el amor, amor mío!