“…ella rompió el silencio
y, sin quererlo, la conocí.”
Alejandro Filio
La ventana siente escurrirse
las gotas en su contorno,
ve como cae el silencio
y se arma el viento
en un susurro impensable
de verdades inherentes.
El olor se cuela entre la vida,
salpica la frescura del momento,
como si fuesen lágrimas
extraídas de tu vientre
que se filtran una a una
en los rincones de mi piel.
Y luego el frío,
hermoso frío que me abraza,
me espabila de la somnolencia
que me invade en el silencio
y me lava los pesados minutos
que me cuelgan de la espalda.