Lucy Quaglia

Crepúsculo dorado

La hora del crepúsculo
llegó y se alejó de nuevo
mientras el sol en su gloria
se llevó con su melena
el dorado de la luz
que se fue por la azotea.
Allá estaba y ya no está,
el cielo se me hizo oscuro,
los patos están durmiendo,
los chicos miran al fútbol
las madres hacen la cena,
los padres están leyendo
un diario lleno de penas
y los vecinos transitan
por alguna carretera
donde la nieve quedó
de una u otra manera
al costado del camino,
así todos la recuerdan
por unas semanas más
esperando en unos meses
que llegue la primavera.