Danny McGee

LA PLAYA (FRENTE AL MAR).

LA PLAYA.
(FRENTE AL MAR).

Sobre el mar contemplaremos las gaviotas jubilosas, sus juegos infantiles, el amplio azul que tienen para sentir la vida, sentirse libres.
Una y mil veces me dirás que no es posible, pero yo sé que ese día pronto va a llegar, que está próximo el silencio de tus ojos en los míos, en el cual juntos veamos la danza de las olas y -por qué no decirlo- la misma cantidad de sueños en el mismísimo horizonte.
Nos veremos a los ojos. A ambos llegará el deseo de convertirnos en un beso, de llevar el sentimiento a la más alta fantasía, al rincón de lo soñado que descansa entre las nubes, ahí donde se encanta el sol frente a la playa.
Caeré en tus pupilas. Sabré que vas contenta, contenta por la vida. Veré cómo se mezclan tus palabras con las olas y el volar de las gaviotas paseará por tu sonrisa. 
Otra vez nos miraremos. Y esta vez nuestras miradas buscarán en nuestras almas el mayor significado, el que la vida nos entrega con soltura y precisión, el que a dos almas convierten en un mismo amor, en un mismo ideal, en un mismo sueño, en un solo camino para los enamorados. 
Volveremos a mirarnos. Lograremos ser un beso. Romperemos nuestros miedos para quitar también las dudas y avanzar a paso firme.
Una y mil veces me dirás que no es posible, pero yo sé que ese día pronto va a llegar. Nacerá nuestro beso. De repente volarás y volverás a sonreír. Y tomados de la mano, bajo el sol y frente al mar, crecerá nuestro arcoíris directo al porvenir.