Nebulosos tules
trataron
ocluir
la membrana
que embargó
el tan añorado nexo
de
nuestros destinos.
*
Superados años
de
en basaltos cristalizada letargia,
de abismos,
de invadeables ríos,
de inescalables acantilados…,
dan hoy paso
a
oníricas fantasías,
alimentando
deseadas pasiones,
que
abatiendo NO ‘es
sienten,
disfrutan
y
¡viven!,
tan anhelada libertad.
¡SÍ!
SÍ, besémonos.
SÍ, acariciémonos.
SÍ, poseámonos… Amor mío, ¡SÍ!