Sin sequía y sin exceso.
De sexo no hablemos, practiquémoslo
Entre cóncavo y convexo
me disgusta hablar de sexo,
me parece muy incómodo
y morboso, por supuesto.
Por ende, es algo más que obvio
le dedico pocos versos,
aunque entre gusto y color
no discuten los expertos.
Sin tanto rodeo o anexos
dejo claro soy varón
y que no soy ambidextro,
el colofón de todo esto:
Pese a no sea perfecto,
platicarlo es incorrecto,
practicarlo es más excelso
e iniciar con fogosos besos.
Inspirado de forma traviesa en mi respuesta a una invitación de una poetisa que aparece en el aviso de la imagen.