¿Por qué dejas tu barca a la deriva
expuesta a las corrientes y a las rocas?
Llegado es el momento que decidas
poner un freno a su marcha loca
Indiferente dejas que te acune
Olvidando que tú eres el dueño.
¡Toma el timón!¡ Orienta su camino,
es hora que despiertes de tu sueño!
El destino no existe, a tu navío
no le permitas zafarse de tus manos,
oriéntalo usando tu albedrío.
Renuncia al fatalismo, así te engañas,
tú eres el amo, vuelve a la cordura,
con voluntad se mueven las montañas