Te deje tan libre, que no pudiste escapar
te confié tantas cosas, que no pudiste hablar
quedaste paralizada, cuando te abrí para marchar
y lo único que pensaste, fue en volver a entrar.
La calle estaba desierta, era cuestión de empezar
solo quedaba yo, mirando como te vas
pero nunca fue suficiente, siempre esperabas mas
así que volviste a entrar, dejaste las cosas y empezaste a llorar.
Siempre crees que es poco, hasta que no lo tenes mas
nunca le diste valor, hasta que se fue...
Uno extraña lo que tiene, cuando ya no lo tiene mas
y ahí es cuando te das cuenta, pero ya no podes volver atrás.
Por eso pensa dos veces, antes de acelerar
mira todo lo bueno, que en la balanza pesa mas
es mucho lo conseguido, hay que saber apreciar
entonces viene lo divino... el valor de valorar.