No estamos hechos para esto
los agónicos
hijos de sí propios
ante la hora del sopor
La duda nos corrompe
y nos quedamos solos
ante dios
Pasearemos por las noches
en busca de ese algo
inspirador
Vendrán a nuestro encuentro
entonces
las cosas pues que son
Mientras tanto aquí estaremos
ahí fuera pegando el sol,
nuestra esencia diluyéndose
en este ahogo
intangible
por resorte
en situación deseadora
de ese aroma ensoñador.
El cielo todo abierto
alumbra mi intuición
y ya al momento
sé verdaderamente quién soy
detrás de este trastorno
que me hace deformar las cosas
al rozarte el corazón
la brisa que enseguida corre
y se cuela a bordo
con torpor,
en mi rincón sin dos ni sombras
jugando a lo loco
a comerse por zonas
sin neuronas en el coco
para ser ya personas...
Acariciándote a solas
estamos pocos
en esta noche que se engloba
con repuntes de traición
mientras llueva
y no retornes
del suicidio tuyo crónico
emperrada en tu visión
tan catastrófica
como yo lo soy
cuando me azotan
las situaciones
en el foco del dolor.
Me sofocas hasta el tope
y no encuentro mejor cosa
que huir aquí a la hoja
que es quien realmente me conoce
detrás de todo
al estar sin norte
yendo a mi bola
hacia el vórtice sinuoso
de mi disco insomne
sonando en fondo
desde el salón.
Eterna vuelta al sobre
abrazado a mí solo.