Tu amor me construye y desbarata;
arenas movedizas hechas castillos
que al mínimo roce se desploman,
turba mis emociones polarizadas.
Son sensaciones encontradas, crean
rituales en las noches de plenilunio;
se contraen y expanden; encarnadas
en lo más íntimo de mis entrañas.
El amor se me escapa en llamaradas,
mi pálido rostro se enrojece y tiembla,
es el deseo que se escapa de mi boca;
espesa es la noche que me ofusca…
¿Puede ser abominación la pasión
que se viste de caridad y se pasea
gloriosa por los rincones de mi ser?
Solo sé que amar no puede ser malo.