Si rendido vengo, sollozo a tus pies,
te ofrezco mi corazón, para que mores en el;
hazlo tu morada permanente, siempre,
y, siémbra en el todo el amor que hay en Tí.
Llénalo con la luz de tus ojos,
embriágalo con el aliento de Tu voz;
satúralo, Señor, de Tu presencia,
y haz de el, lo que Tú quiéras, Señor.
Sólo quiero, Señor, que lo gobiérnes,
que seas Tú, Quién lo vigíle,
para que en el mismo nunca entre,
la maldad, que en este mundo existe.
No soy quien para poder cuidarlo,
si ántes en el, Tu presencia no está:
sigue siendo nave a la deriva,
sin Un \"Capitán\", que lo sepa guiar.
Enseñalo a pasar por tempestades,
que solo Tú, Señor, puédes cruzar,
y haz que el brille cada instante,
para saber que en el, sólo Tú estás.
Te ofrezco mi corazón, sinceramente,
haz de el, lo que Tú quiéras, Señor:
hazlo tu morada permanente siempre,
y que Tu luz, Señor, yo pueda ver.
tomc-By:Jorge L. Casado