Alas negras me han pintado
a mí, que tengo cara de ángel
y me enervan miradas soñolientas.
Alas negras, llenas de sonidos
enfermos, de pigargos lejanos,
sus orquestas estivales y verbenas.
Alas negras, altivas y formidables,
llenas de antiguas y represivas cadenas.
Que aumentan su tamaño y cada día
que pasa, son una nueva-.
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