Estimado Sombrío

El Soldado Y El Niño Fantasmal

 

“Recorro su cabecita con mis membranosas manos”  mientras cierro mis ojos y trato de imaginar cómo sería esta ciudad de bella sin alguien como yo. Tan simple como observar a un hombre caminando con un libro en la mano bajo un sol, que radiante, abre sus ojos para ser absorbido por ese cuento cuya historia es pura nostalgia. La historia de un soldado que encuentra un niño y habla con él. El niño es calmado, como la luna en la noche. Llora, como esa nube negra llena de truenos. Está triste, por qué nunca imaginó ver a su yo del futuro con un arma en la mano.

 Trato de imaginar cómo sería esta ciudad de bella sin alguien como yo. Alguien que inspira para cargar un arma y luego espira para hacer volar las balas sobre un niño fantasmal. Ese niño es calmado, como la luna en la noche. Llora, como esa nube negra llena de truenos. Sufre, mientras respira.  El niño está triste, por qué nunca imaginó ver a su yo del futuro con un arma en la mano disparando a otro ser que al igual que él, en este momento, tiene un deseo. Convertir los misiles en balones de fútbol.

Y de repente, bajo una manta llamada cielo gris, el soldado y el niño que un día fue, se arrodillaron para juntos derramar lágrimas de sangre.