Raiza N. Jiménez E.

Hasta siempre.-

¡Porque te quiero los míos me acusan!

Yo presentía que no podías amarme.

Pero, no haces más que llamarme

y mis imberbes sentidos a ti te  excusan.

***** 

A veces quisiera levantar una pared

alta y oscura, para no verte nunca más.

Sin embargo, eso no sucederá jamás.

Ya que en verdad, yo muero por Usted. *****

Tengo tanto, tanto que de mí, decirle

Sin embargo, el tiempo vital no me alcanza.

Debo colocar todo en una gran balanza,

para saber qué, es lo que voy a pedirle.

***** 

¿Qué se aparte por siempre de mi lado,

y que nunca más me moleste?

¿Pero, cómo haré para qué me deteste?

No lo sé, pero, ya no me sirve a mi lado. 

*****

Por el temblor de su voz a Ud. se le nota,

qué quizás me quiso querer también.

Sin embargo, no podré decirle a Ud. Amén,

ya que este mal amor suyo, a mí me agota.

*****

Cierto y la verdad, es que, yo le quiero mucho, mucho.

Más de lo que podría cualquiera pensar.

¡Caray!  Yo no sabía ni tanto del amar

 Y por eso, por dejarlo, hoy a Ud. yo lucho.

***** 

Lo cierto y, la verdad, es que he conocido,

las mieles en muchos otros tibios labios…

Unos, que al besar, no tienen tantos resabios.

Y sé que, este amor suyo, ya no es bienvenido. 

*****

¡Nunca me querías oír, no me dejaste decir.

Y un buen día desperté, y ya me tengo que ir!