Parpadeas desvanecida en lo gris
e indistinto de un clima
que amenaza ser vil
hasta el límite
de cerrar las salidas
a este día
ya aquí
y qué decir
de tu sílaba virgen
en anuncio del cisne
que se empecina en sentir
como salta a la vista
imperceptible en teoría
y cómo
con tu vida en otra parte
se pierde la mía
en placeres tan vanos
que ni mención merecían
y que
según se hace más tarde
serán bienvenidos
a mi cripta de nervios
que no hay dios que medique
presumible el efecto
pero después cosa simple
se va disolviendo
bajo el tumulto
permanente de seres
en su renuncia
de verse inseguros
aún mucho
mientras el resto
parezca eterno
en suburbios
del gusto
que tú
elevas a canto
disfrazado de angustia
lo que escuchas
más sórdido
en conversación con tu abismo
deforme
cual monstruo
que tan solo pudimos
inventarnos nosotros:
esta
es la cansada gesta
del hombre
moderno
en su hipnosis
ya crónica