Negro está el cielo en mi vista y mi vida,
nubes amigas se acercan a ver
y sin pedirlo comienza a llover.
Yo agradecido les doy bienvenida.
Una resulta la más divertida
abre sus puertas al sol por tener
ganas de fiesta y de luz en su ser.
Rayos traviesos encuentran salida.
Pronto se empiezan a unir los colores,
dan pleitesia al lucero de amor,
lucen sus galas a los resplandores,
crean un arco perfecto en su honor.
Ese arco iris alumbra a las flores
y yo me siento un poquito mejor.
Poema y fotos de Kapirutxo