Estaban meditando Cristo y Buda
a los pies de una hermosa cordillera,
cuando a lo lejos, desde la pradera
una niña corría por su ayuda.
Al llegar dijo: \"mi Alma los saluda
y se llena de Paz sobremanera,
pero cuando me alejo el miedo impera
haciéndome caer en la cruel duda\".
Deja atrás todas esas religiones
que impiden tu progreso espiritual,
porque no necesita habitaciones,
ni precisa de templo ni ritual
el Dios que otorga tantas bendiciones
como Sol derramado en el trigal.
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