Siryed Avles

Ella se cansó de amar

Si era tu amor tan dulce y tan sincero,
¿cuándo es entonces, oh, que te cansaste
de ese divino amor que profesaste?
¿cuándo rompiste tú mi corazón?…
¿Cómo es que ahora esparces tu cariño
como un gorrión que vuela de un nidal
a otro —y que de, oh manera tan fatal,
lúgubre, tú quebrantaste mi ilusión?