Patricia Aznar Laffont

Oye...

Oye en el Alarido de la Tarde,

el Timbal de aquel Poniente que se estremece...

 

Oye, es sutil y distinto 

y al unísono  versa

el Fervor de una Ardiente Primavera

que en mi  Sur 

ya asoma sus yemas y Latidos...

 

Oye las Olas y el murmullo de los Mares 

que entre Hondos

azares Perjuran ese Aullido que jamás Declina...

 

Espantados, espantan las graves Voces que te acechan...

 

Temibles, crecen...

 

Oye esas Olas Malheridas,

Que en Crudo Silencio callan...

 

En el Océano Hondo y Sombrío 

de mis lágrimas

que ya no existen,

 

Sé que no volverá  aquella Flor  con Espinas

a morder mi Alma en Perjuro y Maleficio...

 

Quizás al candente Sabor Amargo de estas Letras:

 

Podrás levantarte, Poeta

de tus Grietas 

y de la masa Bestial de tus Abismos...

 

 

(Patricia)