I
La seca y la felonía
centralista al pueblo ha hambreao.
No hay otra que el desterrao
para aguantar la estampía.
Apero al nacer día
con mí legüero en lomo,
sin saber dónde ni como
al tranco me voy del pago,
pa\' guapear el trago asiago
lejo ‘e la estancia \"El Aromo\"
II
Mesmo fogueo en el abra
deste trajín que acompaño,
el ánima de ermitaño…
¿Sabrá el Dios que me ampara
qué destino me tocara
sin familia y sin querencia?
Con el legüero cadencia
e’ galope impongo al zaino
ansina aliento no amaino
ni me retrasa la ausencia.
III
Está sordo y viejo el perro,
compañero cimarrón.
Si a pena en la cerrazón
vislumbro su lomo negro.
Tranqueando conmigo el perro
¡Che vos! le he puesto de nombre…
A mí graznido de hombre
Su oreja ya no claudica
Más de pronto resucita
y a mi legüero responde.
IV
A lo ancho el horizonte
Se viste poncho de ocaso,
apiaro ansina si acaso
pa\' que la noche no apronte.
Pienso en mí rancho en el monte
y entrecejando el sombrero,
un compás en el legüero
es eco de mi penar…
… si hasta me da lagrimear
tan lejos de los que quiero.
V
Las brasas del fogonero
demás de calor dan lumbre…
Áura duermo que es costumbre
el apero tempranero.
¡Amalaya de un legüero
caja este ceibo ha de ser!...
Hoy me verá clarecer
enrsocao entre la calcha
para empezar a abrir cancha
ni bien aiga amanecer
VI
Ansina canta el arroyo
madrugao al la\'o \'e la manta
ansina el legüero canta
cómo palenque de apoyo
Mientras un fuego en el hoyo
para arrancar la mateada
recuerdo a mí china amada
con el pañuelo \'el cortejo
secar sus ojos ¡Canejo!
cuando me fui a la quebrada
VII
Hay que hacerse corajudo
cómo paisano al malón
dir al frente, ande el cantón
cincharse y no ser al ñudo.
Que el legüero no sea mudo
que una vez hubo un gurí
\"El Tambor de Tacuarí\"
Quien con coraje y sapiencia
cimbró por la independencia
por los valles del Tafí.
VIII
Le di estaqueada y mensura
al parche de mí legüero,
Colgué ‘el caballete un cuero
¡Yo mesmo le dao hechura!
Áura hace güella de cura
por el camino ‘e guayaba
rumbito pa la quebrada
a según pa “El Pajonal”
diz que hay ande obrar
que han de faltar pa la arriada.
IX
Lindándole al fachinal
callé ‘el legüero el cimbrón
De un infiel campiè el garrón,
echao en el pastizal.
Mesmo veía el bagual
y un copete entre la hoja…
Le tintinió la coscoja
cuando sinchó las coyudas
la yegua le quedó muda…
Canejo… era un cresta roja
X
Un cresta roja, un gurí,
miraba como a luz mala
acobachado en el tala
sin saber por donde juí…
¡Andate! berrié y me fui
¡Velay! Soy un forastero
lo dejé correr primero…
yo he venido a trabajar
…Así quedó pa contar…
otro canto en mi legüero.