Mes de serenidad y mirada cristalina.
En tu mar navego con la magia de la incertidumbre
de los días que pronto vendrán con el otoño, de los planos
de los proyectos que pasan por mi cabeza.
Arranco con ilusión este curso entre páginas de un diario
con el deseo de compartir vivencias , espacios , lirismo
y, sonrisas de ida y vuelta.
Miro mi agenda en el móvil, allí aparecen los días señalados
los eventos para compartir y un espacio en blanco , el
mismo que me devuelve a la pluma y los folios con textos
abandonados, por un calor sofocante en días de verano y fiesta.
Tu eres ese amigo que me recuerda que se ha de empezar de nuevo
a construir otro sol y llevar otros caminos perfilados en la mochila
persigo tu sombra como fruto salido de la tierra, añoro tu despertad
como elixir de la palabra, como alimento en sintonía con el alma.