Lissi

FRANCISCO

Escribirte a ti hermano

es rememorar el pasado,

cuando, con  tierna inocencia

silbabas debajo de la mesa.

 

Es ver tu interior curioso

iluminar  nuestros rostros,

danzar con tu alegría

o celebrar tu picardía.

 

Eterno pajecito

jugabas al caballerito

en las bodas y aniversarios

en tus años parvularios.

 

Mi hermano, has crecido

pero tu niño no se ha ido,

con las mismas piruetas

me sigues dando vueltas.

 

Te convertiste en ingeniero,

vas construyendo con esmero

tu vida… prometedor  futuro

para tus muy queridos frutos.

 

Ayer, pantalones cortitos

travesuras con  fosforitos,

mañana, mi apoyo más fuerte

¡gracias al cielo por tenerte!

 

© Mirna Carranza