En la iglesia las campanas
tañen con melancolía
aquellas promesas vanas
suenan ya en la lejanía.
No volverán los encuentros
donde el silencio se oía
solo quedan los recuerdos
que serán nuestra agonía.
Las largas noches de insomnio
serán nuestra pesadilla
ese será el testimonio
de un amor que ya no brilla.
Con nuestros buenos momentos
he aprendido a amar la vida
ahora que vienen lamentos
se bien curarme la herida
Tal vez no fui a quien querías
no sé si a quien necesitabas
quizás no me merecías
y en ganarme te obstinabas.
Classman.