Sediento de tus letras, voy por todos los portales, buscando esa palabra escondida,
Esa veta de amor que me dará otras tantas. Tu imagen en el recuadro invitándome,
A soñar con tu pelo, con tus pensamientos, a descifrar todo lo que dices y sugieren tus letras
Cada mañana, tus poemas son mi alimento, el pan dulce con el que acompaño mi café.
De tarde sentado en mi terraza, pido a mi guitarra que ponga sonido a tus versos más sencillos.
A veces suenas a tango, otras a bolero, pero siempre tienes el sabor triste de una balada,
A lluvia suave que moja y refresca los recuerdos, a grito que despierta la nostalgia y hace renacer la esperanza de alcanzar tus letras en un tono menor, tus letras es mi más bella canción.
Me gusta ver como cuidas el escenario de tus fotos publicadas. Como adornas tu poema con tu imagen, haciéndote inalcanzable. Belleza y poesía en una estrella, es una luz en el firmamento que opaca hasta al mismos astro rey y tu inhibes a los poetas y haces que del puño extraviado de los bohemios salgan bellas odas a tus versos. Tus versos son letras que no pasan desapercibas.
Quisiera contarte cuantas veces he estado en tus playas, como golondrina perdida buscando refugio. En tu almohada como sueño impertinente. En la sombra de tus versos de madrugada. En el dulce sabor humeante de tus primeras letras, después de una noche de insomnio; no me sientes porque estoy debajo de aquella letra, que tanto dolor te da reconocer, en la palabra ¡te extraño!
Tus versos me han llevado por todas partes, a tu casa, a tus mares, a tus noches sin dormir, queriendo escribir un soneto. Contigo y sin que lo sepas, mi alma esta en vela cerca de la lampara de noche, en tu sofá del descanso, en el privilegio del agua que resbala por tu cuerpo. Gracias a tus letras, he sabido de ese sentimiento escondido que a nadie dices y que ocultas en tus rimas y extrañas por las noches.
LENNOX
EL QUETZAL EN VUELO