Yo les puedo contar de mi existencia
que nací con estrella luminosa;
cuyo rayo de clara transparencia
fue mi madre; tan dulce y cariñosa.
Les podría contar de los momentos
que viví del amor sublimes horas;
cuando lleno de hermosos sentimientos
conocí de pasiones tentadoras.
Bien podría decir que mis poemas
no persiguen de gloria sus laureles;
pues tan solo del alma son emblemas
que de amor les destilan dulces mieles.
De los sueños que guarda mi memoria
es el sueño perenne de justicia;
la que espero que logre la victoria
sobre quienes la manchan de impudicia.
Van también en mis versos reflejados
esas fuertes y nobles emociones;
que las pinto de rosas adornadas
cuando ondulan de paz sus pabellones.
¡Y por eso será mi poesía
un pendón aguerrido y libertario;
donde siempre se encuentre la armonía
que despierta el espíritu templario.
Autor: Aníbal Rodríguez.