Luzco camisa coja
y corbata descompuesta
porque, no importa qué escoja,
un esfuerzo me cuesta.
Luzco calcetines distintos
y un zapato que patina
porque saben mis instintos
que no importa quién opina.
Luzco pelo despeinado,
una sonrisa sencilla
y un saludo atesorado
para quién me mira.
Luzco como errante,
una mano inquieta
y sueños de maleta
porque solo luzco lo importante.