La última gota. Se acabó la tinta en el bolígrafo que me acompañaba permanentemente.
Tal y como comienzan, los episodios de nuestra vida terminan.
Dejando el bolígrafo para escribir.
Tal vez fue una buena compañía, tal vez mala ayudó a encontrar a alguien, tal vez escribió por mí.
Y así habrá sido.
Hasta la última gota.