Dotado con la inexperiencia de la vida del porvenir,
Soy de los de cae en la misma hondonada cercana.
Hondonada blindada de la pura vanidad mundana,
Necia es la frivolidad del saber con que me ha tocado existir.
Y si con alguna esfera cristalina me pudiese recluir,
Podría pues remediar esta tentación humana.
Darle pausa a esta vida que de la curiosidad dimana,
Desenmascarándome el sendero que debo transcurrir.
Dado pues que no existe camino correcto,
Perdido voy, tomando vías que terminan sin destino,
En el discurso extraviado es dónde único encuentro solaz.
Me despido de nuevo entonces, con el mismo eterno aspecto,
No ha de ser culpa tuya como en este mundo termino,
Otro intento perdido al no encontrar mi paz.