Deshojamos paisajes y nos enredamos en silencios
y el calendario cuenta cada día sin desvelo,
esparcido, espera de nosotros el anhelo no cumplido.
Los sueños no sembrados sufren y se secan sin intento,
hemos atosigado nuestros jilgueros sin medida
no hay trinos en las gargantas con exhalación de te amos,
nuestras manos destruyeron el nido que habitaba el amor
al ir cada cual por un rumbo que la mirada del otro no acompaño.
Hemos cambio el paisaje, alterado el destino,
no hay retroceso en la vida solo lenta evolución.
Ya no ríen sobre mis labios tus besos, ni me baña tu felicidad,
ya no son mis aguas ni mi calidez las que te sacian,
nos hemos distanciado y es justo llorar por la semilla
que ya jamás en nuestra piel, florecerá…