Abuela, pienso en tí en mi soñar chistoso e inquieto.
Sueño contigo abuela, pienso al despertar en ti.
Te he amado tanto que en ello, nunca te mentí.
A veces, sí te recuerdo, al rigor yo me someto.
*-*
Quizás, es mi franqueza lo que más me asusta.
Y en verdad, no me sorprende el, ser exaltada.
Preciso claridad porque la mentira no me gusta.
Hablo poco y es cierto, siempre fui muy callada.
*-*
Me asombra que yo, pueda contar ciertas cosas.
Todo te lo debo a ti linda abuela y
a tus certeras ojeadas,
Tú corregías todos mis actos y me torné penosa.
No obstante, siempre respeté tus sutiles miradas.
*-*
En esa casa de 5 nietos nadie a la abuela objetaba.
Ella, en todo ponía su mágico toque, en una orden.
Era la ruda doña, cuando hablaba, nadie la callaba.
Hoy al mirar atrás, premio, que evitara el desorden.