Duermes aún, el blanco cubre al mundo
duermes tranquilamente,
tus manos no se rasgan
ni se astillan tus sueños.
Sin noche, sin día,
el sol brilla y los pájaros cantan,
la brisa es suave a tu alrededor,
nos atrevemos a soñar,
estás uniendo nuestras vidas con la tuya,
librando nuestra existencia de las cenizas,
del frío y la nieve que acumulan los años.
Nos atrevemos a imaginar
el fuego de tu risa disipando las nieblas,
evitando que nuestra existencia se convierta en sombras,
y nuestros rostros en máscaras sin abrir los ojos.
Avanzas en tu camino, aún sin dar pasos,
soñamos contigo, prados y arenas,
montañas y ríos,
duerme tranquilamente ahora,
detrás de tu pared de nubes,
sueñas con nuestros brazos,
con el pecho que te dará cobijo.
La brisa es suave, los pájaros cantan,
esperanzas y anhelos,
uniendo nuestras vidas,
con la eternidad de tu latido.