te diré hijo amor sobre la vejez de los niños:
es tan infantil como jugar con cáscaras de mango
o halar un camión sin ruedas ni timón
pero te diré amor hijo que la niñez de los viejos
es peor de ciertos viejos no de todos afortunadamente
porque ellos sí que juegan con cáscaras de mango
aunque no sea temporada y se ponen sin frenos
delante de camiones y zas los hijos que muchos
ya empiezan a estar en temporada se asustan
porque los viejos que son esencialmente lentos
como que se velocean incluso en modo automático
e incendian cosas internas y también futuras
y remuerden y muerden en el mejor de los casos
a los extraños incluidos los hijos de temporada
por eso mi amor cuando me veas que saco
los dientes te autorizo a que me los amarres
y encierres con un pedazo de cuerda de nailon
y me hales sin timón ni ruedas ni frenos y sin
mirar hacia atrás hasta que sientas que mi
carrocería está leve como una cuerda de nailon
que ya no hala nada y sigas así con tus ojos en el
horizonte porque cada cosa tiene su tiempo
y en ciertas ocasiones el alma ya no habita en
muchas cosas como lo hacía antes hijo amor