Rebeca Morales Fernández (ACAPPELLA)

RELOJ DE ARENA

Con qué rudeza se llevó

el tiempo, mi infancia.

El tobogán cascado

que albergó un día 

mi columna dormida,

en el patio de mi casa.

Con qué rudeza el viento,

arrastró la nube

que fue testigo de mi asombro

y de tu beso.

De la ilesa promesa,

que se pare desde la inocencia

y que muere,

con la rudeza de la adultez.