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Poema de amor sin nombre

Poema de amor sin nombre

 

Yo ya sabía

cuando te conocí que,

de entre tantos días,

de pronto uno,

sería el último día en verte.

Sabía,

que un día nuestras manos se arrugaran

y no será mi mano sujetando la tuya,

ni la tuya sujetando la mía.

Que un día brotaran canas por nuestros cabellos

y nos saldrán arrugas en la frente.

Y ni mi mirada será la mirada observando tu rostro,

ni tu mirada será la mirada observando el mío.

Que un día partiremos ambos de este mundo

y no habrá lechuza que nos haga llegar la noticia.

Y sé que todavía nos quedan muchos momentos dentro nuestra loca juventud:

Momentos en los que continuaremos enamorándonos de la vida.

Pero no estarás.

Pero no estaré.

 

Pero sí estarás…

 

Tengo certeza de ello porque,

sé que en esos momentos,

habrá siempre un instante

en que cruzarás mi pensamiento.

Y mi alma se prolongará de mi cuerpo.

Y aunque mi cuerpo seguirá allí,

mi alma se habrá llevado a mi mente lejos.

Y en ese lapso de tiempo entre estar presente y distante; sonreiré.

Sabré que,

una de las tantas cápsulas que guardo de felicidad

lleva tu nombre.

Y que conservo la gratitud de haberte conocido.

Y guardo la dicha de tu existencia.

Que soy feliz,

con solo pensarte existiendo aún

por algún lado en este mundo.

 

…Y solo entonces,

después de aquel pensamiento,

mi mente regresará de aquel trance

a su tiempo presente.

Y mi alma volverá a habitar el tamaño natural de este cuerpo, morada suya.

 

Con esto quiero que sepas que,

te llevo siempre presente conmigo.

Que guardo una parte de ti.

Y aunque quizás de manera inconsciente,

también guardas una parte de mí.

Porque todo lo que fui contigo es todo lo que entregué hacia ti

y es una parte que salió de mí y se quedó en ti.

Tal como todo lo que entregaste de ti y se queda en mí.

Te guardo.

Y guardo todo lo que contigo.

 

Y entiendo ahora las despedidas.

Y entiendo que,

aunque no vuelvas a ver a una persona

esa persona pasa de estar junto a ti

a estar en ti.

 

Y cierro con esto que ya te dije una vez:

Siempre y cuando mi memoria permanezca intacta,

jamás voy a olvidarte.

Te llevo presente.

Te llevo en mí.